domingo, 11 de noviembre de 2012

Para que sirve una HUELGA


El próximo miércoles todos los/as trabajadores/as estamos llamados a secundar una huelga general. Una huelga general que todos sabemos que está justificada pero que muchos no se van a atrever a hacer. ¿Por qué? ¿Qué nos ocurre para que después de cada azote laboral, de cada recorte social no pase nada y solo pongamos la otra mejilla? 

Pasa, sobre todo, que quienes mandan son los mejores funambulistas del miedo. Han logrado que todos, unos en más ocasiones y otros en menos, acabemos pensando “total, ¿para qué?”. Más que nunca el “virgencita que me quede como estoy” ha calado entre la gente. Pero, ¿realmente es así como queremos estar? ¿Queremos pagar por las medicinas de nuestros hijos, de nuestros padres o de nosotros mismos? ¿Queremos que nuestros hijos estudien en guetos para una clase media cada día más empobrecida? ¿Queremos que dentro de dos meses u ocho, o de un año nos larguen a la calle porque sus beneficios siguen cayendo?

Tenemos que ser conscientes de que nos sostienen, sostienen nuestro puesto de trabajo, porque de momento les renta. Pero dentro de medio año no lo hará y nadie dudará en prescindir de cada uno de nosotros. Nadie pensará en nuestra hipoteca, en nuestro crío de diez años o en que nuestro marido se ha quedado en el paro, nadie pensará en nosotros/as que tenemos nuestro sueldo como única fuente de ingresos. Su postura la sabemos, la conocemos, la podemos dibujar de memoria sin mirarlos. Y ellos han sabido manejar la nuestra. Porque nos hacen creer que siempre puede ser peor, que la voz de uno no hace nada, que esto es lo que hay y hay que apretarse el cinturón. Y además, piensan ellos, qué narices vas a tener derecho a quejarte si trabajas en una empresa pública.

Pues nosotros debemos quejarnos, debemos exigir que no nos quiten lo que es nuestro. A ningún trabajador se le ha regalado nada. Cada puesto supone horas de trabajo, riqueza para quienes mandan y encaje de bolillos para conciliar la vida personal de cada uno/a. Mientras unos/as soportamos que la crisis estrangule nuestro nivel de vida, ellos siguen montando en coches de empresa y tienen los solomillos pagados diariamente. Y si no somos capaces de gritar “basta, así no”, mientras cada uno de nosotros siga creyendo que su voz no vale nada, que nada pueda cambiarse, todo seguirá igual. 

Hasta ahora la fuerza más potente de convocar es la de los sindicatos, a pesar de que el Gobierno se  ha encargado de desprestigiarlos, porque sabe que haciéndolo rompe la unión existente entre los/as trabajadores/as y al final consigue el “divide y vencerás”, por todo ello, creemos que es el momento de aprovecharla y unirnos todos/as en esta convocatoria e ir a la huelga y parar estas medidas tomadas por el Gobierno contra los/as trabajadores/as y la clase media.

Tenemos que parar el miércoles. Hay que salir a la calle y gritar “por aquí no”. Porque una huelga sirve para luchar por nuestros derechos, porque solo pedimos que respeten lo que es nuestro, lo que hemos conseguidos sin que nadie nos lo haya regalado. Una huelga sirve para que vean cuánto nos necesitan, cómo sin trabajadores no habrá empresa que funcione. Y una huelga, sirve, sobre todo, para dejar ver que nos queda dignidad profesional y personal. Quien no lucha nunca consigue nada. 

¡Nos vemos el miércoles!

Razones para la HUELGA

No hay comentarios:

Publicar un comentario